¡NUESTRAS VIDAS ANTES QUE SUS GANANCIAS!
¡ABAJO EL PAQUETAZO, EL GOBIERNO, EL
CAPITAL Y EL ESTADO!
M
El
nuevo “paquetazo” del gobierno de Moreno-Roldán-Martínez-Romo-Jarrín sólo
enriquece aún más a los empresarios y sus políticos, mientras que a la clase
trabajadora (que incluye a los informales y los desempleados) nos precariza y
empobrece aún más. Es decir, aumenta nuestra explotación y nuestra miseria. Por
eso salimos a las calles a protestar.
M
Si
la gente se enferma y se muere, no es culpa de la gente sino de este gobierno y
de las Cámaras Empresariales que, con sus medidas para proteger sus ganancias, nos
obligan a salir a las calles a trabajar y a protestar, arriesgando así nuestras
vidas. Nos están quitando todo: trabajo, salud, vivienda, educación, etc.
También nos están quitando el miedo, hasta que éste cambie de bando social.
M
Esta
no es “la crisis del coronavirus”. Es la crisis del capitalismo. La crisis
sanitaria y económica actual no ha hecho más que desnudar esta cruda y antigua verdad:
el capitalismo mata a los explotados y oprimidos, a los proletarios, pero salva
a los ricos y poderosos, a los burgueses. Las clases sociales existen. La lucha
de clases también y, de hecho, es lo que mueve a la historia y a esta sociedad.
M
No
conformes con su “ley de apoyo humanitario” para ellos y de nueva esclavitud
para nosotros, este gobierno recién aprobó otra ley que permite a las Fuerzas Armadas
y la Policía usar armas letales para reprimir la protesta social, a lo que le
llama “uso progresivo de la fuerza”. Es decir, no conformes con matarnos de
coronavirus, de hambre y de aislamiento, ahora también nos quieren matar a
balazos si es que protestamos. Esto no es “fascismo” ni “falsa democracia”.
Esto es la democracia, sin comillas: sí, porque en realidad la democracia es la
dictadura de los ricos sobre los pobres, de la burguesía sobre el proletariado.
El único y gran terrorista es el Estado.
M
Si
bien los recientes escándalos públicos de corrupción (sobreprecios) por parte
de altos funcionarios de este gobierno son indignantes y repugnantes, el
problema no es la corrupción. El problema es el capitalismo, sistema que se
basa en la desposesión de los medios materiales de vida a la gran mayoría de la
población para que una minoría de propietarios y empresarios explote su fuerza
de trabajo y acumule capital mediante la producción y la venta de mercancías.
La corrupción sólo es un mecanismo secundario de acumulación de capital. “Lícito”
o “ilícito”, el enriquecimiento se basa en la explotación.
M
Las
instituciones, las leyes y las elecciones son inventos y armas de los ricos y
poderosos para mantener y legitimar su poder sobre nosotros los explotados y
oprimidos. Por lo tanto, no se trata de luchar por la “inconstitucionalidad” de
tal y cual ley ni por un “gobierno popular”, porque eso sólo es jugar su juego
en su cancha y darles más poder. Entonces, dejemos de luchar por esas migajas
del Estado capitalista llamadas “derechos democráticos”. Luchemos por
reapropiarnos y poner en común todo lo existente, porque los trabajadores lo
hemos producido todo, por lo tanto, todo debería ser nuestro, para todos, sin necesidad
de jefes, representantes ni intermediarios partidarios ni sindicales. La
emancipación de los trabajadores será obra de los propios trabajadores. Con
autoorganización, apoyo mutuo y acción directa.
M
Minneapolis
y todo EE.UU. arden en llamas. La revuelta proletaria estalla en las entrañas
de la gran bestia mundial. Sus detonantes son la violencia policial y el
racismo. Pero sus causas son el capitalismo y la sociedad de clases. Por lo
tanto, para abolir el racismo y la violencia policial, hay que abolir el
capitalismo y la sociedad de clases, allá y en todo el mundo. EE.UU. no es el
único país en el cual el proletariado de todas las “razas”, nacionalidades, sexos
y edades se vuelve a rebelar en las calles: también hay fuertes protestas en
Inglaterra, Alemania, Francia, Grecia, Hong Kong, México, Honduras, Brasil, Chile…
Porque los proletarios no tenemos patria, y porque así como se contagia la
pandemia del Capital, así también se contagia la revuelta social. Aun así, esta
es necesaria pero no es suficiente: para acabar con todos los males que hoy
aquejan a la humanidad y la naturaleza, la revuelta ha de criticarse y
superarse a sí misma para transformarse en revolución social mundial. Porque
sólo ésta puede frenar la actual catástrofe capitalista que nos está matando y
regenerar la Vida sobre nuevas bases.
¡EL CAPITALISMO MATA: MATEMOS AL
CAPITALISMO!
¡AUTOORGANIZACIÓN, APOYO MUTUO Y ACCIÓN
DIRECTA!
¡REVUELTA Y REVOLUCIÓN! ¡COMUNISMO O
EXTINCIÓN!
Unos proletarios cabreados
de la región ecuatoriana
por la revolución
comunista y anárquica mundial
Quito, 8 de
junio de 2020
Agradecemos su difusión
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Esta volante en las calles de Quito durante la marcha del 8J:
Esta volante en Indymedia Ecuador
Esta volante traducida al inglés por Malcontent Editions