24 de junio de 2019

COMUNIZACIÓN. MATERIALES PARA LA REVOLUCIÓN SOCIAL (VV. AA., 2009)



Contenido:

  • "Comunización: una 'llamada' y una 'invitación'" (2004) de la revista Troploin.
  • "Comunismo. Elementos para la reflexión" (1985) de La Insecurité Sociale.
  • "Hacia la comunidada humana" (1982) de La Guerre Sociale.
  • Extractos de "Capitalismo y Comunismo" (1972) de Jean Barrot (Gilles Dauvé).
  • "Colectivizar o comunizar" (1999) extraído de "Cuando las insurrecciones mueren" de Gilles Dauvé.
  • "Apéndice: Desenterrad a vuestros muertos" (2008) de la revista Endnotes.

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Prólogo


El término “comunización” es prácticamente desconocido en castellano. De hecho no aparece en ningún diccionario en esta lengua, y es probable que si apareciera no reflejaría el uso que la gente común podría darle en su vida diaria. La razón es que el verdadero sentido de este término, el único sentido en que podemos hacerlo nuestro, es que describe el movimiento de subversión social que apunta a la destrucción de las relaciones capitalistas. Pero veamos la definición que nos ofrece de nuestro término un prestigioso diccionario (en inglés):

Comunización.-

1 a: poner en común -Esta acepción dice bastante a los que ya saben de qué se trata el asunto, pero en un contexto de ignorancia y manipulación generalizada, resulta tan vaga que prácticamente no dice nada.

1 b: convertir en propiedad estatal -Con esto se justifica el uso que le dan al término ciertos profesionales de la mentira, que por casi un siglo llamaron “comunismo” a los estados que administraban el capital burocrático, y que ahora llaman “des-comunización” a la implantación de la democracia burguesa en esos regímenes.

2: someter a principios comunistas de organización -Esto remite a la noción de que la práctica comunista es ante todo un asunto de control y coerción, ejercido por aparatos disciplinarios según el modelo leninista.

Contra estas versiones estúpidas y distorsionadas, oponemos la perspectiva de la Revolución Social, perspectiva en la que los términos comunismo y comunización tienen un significado muy claro que excluye y niega a los anteriores.

En esencia, la revolución no es ni política ni económica, sino social: es un proceso de comunización, de negación directa de las relaciones sociales capitalistas -especialmente de la empresa- y su reemplazo por relaciones humanas. Comunización no es el traspaso de la propiedad privada a manos de la colectividad, sino la abolición de la propiedad y del intercambio. Es un proceso en el cual el conjunto de la humanidad asume directa o indirectamente la organización de la producción de bienes para su uso (no para el intercambio) de acuerdo a las necesidades sociales. En el comunismo cada individuo tiene acceso a los bienes, sin que deba intercambiarlos por dinero ni por una cuota de trabajo. De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades: esta noción, aunque fue formulada en las colectividades campesinas rusas e ibéricas y en la Comuna de París, se remonta a los tiempos del comunismo primitivo.

Entonces, ¿por qué “comunización”? ¿Por qué añadir una nueva palabra al montón? Lo que el concepto ‘comunización’ pretende subrayar frente al de ‘comunismo’ es la naturaleza de proceso que tiene la destrucción de las relaciones sociales capitalistas. Tras la muerte de Marx, y seguramente en vida de éste, todos aquellos que se reclamaron marxistas e incluso muchos anarquistas, concibieron con demasiado facilidad el comunismo (libertario o no) como un estadio humano, como un ideal que alcanzar, la mayoría de las veces tras un largo período de transición. Se establecía una ruptura teórica y práctica entre la sociedad del mañana y las luchas del hoy. Así, aunque el fin fuese la abolición de la dominación y las jerarquías, era legítimo organizarse bajo la forma de partidos organizados de arriba a abajo, donde impera la autoridad de un comité central, con el objetivo de tomar el poder estatal. ¿Cómo pasaremos del partido-Estado al comunismo? Bueno, dejemos que un largo período socialista conteste esta pregunta… Hablando de comunización pretendemos acabar con esta ruptura entre presente y futuro, recogiendo la más valiosa experiencia de la práctica anarquista: los fines están hechos de medios. Unos medios nos acercan a unos fines (una sociedad comunista) y nos alejan de otros (un estado burocrático). Por medios no sólo entendemos unas formas de organizarse, las formas por sí mismas no aseguran nada, sino unos contenidos que sólo pueden expresarse a través de unas formas determinadas. La solidaridad, por ejemplo, solo se expresa verdaderamente en la horizontalidad, entre iguales.

Los materiales que presentamos en esta edición no son originales, ni novedosos, algunos de ellos habían sido editados anteriormente en castellano, otros han sido traducidos por los compañeros de "Comunización" [Chile, 2009]. Esperamos que ayuden a precisar nuestra concepción del movimiento comunista y la revolución social, así como la esencia del comunismo: el hecho de que cada uno de nosotros está ligado por naturaleza a todos los demás. Partiendo de aquí, de lo que se trata es de reunificar lo que ha sido artificialmente separado, y de separarnos por la violencia de aquellos que hacen imposible esta reunificación. Este es nuestro punto de partida. Aunque desde una perspectiva general se trata más bien del punto de llegada, de la finalidad y del sentido de toda una historia de luchas por la plenitud de la vida humana.