30 de octubre de 2024

Absurdistán Ecuatorial: 14 horas diarias sin luz, 10 horas de jornada laboral, protestas limitadas y trampa electoral

Crisis energética, ecológica y económica... crisis sistémica y catastrófica

La causa de la actual crisis energética en Ecuador (14 horas diarias sin luz) no es la "ineptitud" ni la "estrategia de shock" para privatizar el sector eléctrico por parte del gobierno de Noboa. No es una crisis "autoinducida", como afirman algunos medios socialdemócratas añorando la "nueva matriz energética" (hidro y termoeléctrica) del gobierno capitalista-progresista de Correa o alguna otra forma de intervención del Estado burgués. Es la crisis ecológica y la crisis económica en conjunto a escala mundial, misma que en países "subdesarrollados" presenta síntomas más desastrosos como el que estamos padeciendo actualmente en esta hacienda narcobananera 2.0 pero ahora en tinieblas o a punta de vela llamada Ecuador.

Sí: después de varios siglos de existencia y progreso, hoy en día el modo de producción capitalista está agotando sus "recursos naturales" o fuentes de "materias primas" y de generación de energía, "la sangre de la economía". Por ejemplo: el agua, lo cual lógicamente afecta más a los países cuya fuente principal de energía son las centrales hidroeléctricas, como es el caso de este país. Las sequías, en particular, y el calentamiento global, en general, no son resultados de la industria extractivista solamente, de tal o cual gobierno y sus políticas públicas en materia energética, ni mucho menos de "el consumismo" de los individuos. El calentamiento global y, dentro de él, las sequías son resultados de la depredación sistemática de la naturaleza y la clase trabajadora por parte de toda la economía capitalista, cuyo único objetivo es lucrar a toda costa o producir plusvalor y acumular capital.

Lo contradictorio y lo trágico es que este progreso del capitalismo está chocando con los límites naturales de su propia reproducción como sistema histórico y mundial. Con su hambre insaciable de plusvalor y acumulación de capital a toda costa, el modo de producción capitalista termina por devorarse a sí mismo desde las bases materiales que lo han hecho posible. Toda crisis es un momento de verdad: en este caso, la lógica catastrófica del Capital. Pero todo tiene un límite y un final: el planeta Tierra no aguantará más capitalismo por mucho más tiempo; éste es cada vez más insostenible y anti-ecológico, amenazando incluso la continuidad de la vida de la especie humana.

En síntesis, la crisis energética es apenas una "punta de iceberg" de la crisis sistémica, catastrófica y, tarde o temprano, suicida de la "civilización" capitalista. 

Crisis del trabajo/capital o crisis de la reproducción de la relación de clase

Por su parte, la causa de la actual crisis laboral (aumento de la jornada de trabajo a 10 horas diarias y del desempleo a 4.1% —la tasa más alta en los últimos 2 años, según cifras oficiales—) tampoco es la "pésima gestión económica" del gobierno de Noboa ni una "imposición del FMI", como se quejan los socialdemócratas criollos. Es la desvalorización o la crisis del valor, cuya sustancia es el trabajo (todo trabajo), por tanto, es la crisis del trabajo y, en consecuencia, la crisis del capital. En una palabra: es la crisis del trabajo/capital. Entonces, este gobierno del empresariado aumenta la jornada de trabajo sin "derecho" a pago de horas extras no sólo para compensar a las empresas sus pérdidas económicas ocasionadas por la crisis energética —bajo el asqueroso discurso de "arrimar el hombro" y "ponerse la camiseta del país"—, sino fundamentalmente para compensar la caída de la tasa de ganancia y la desvalorización, sustancia de la crisis capitalista, aquí y en todo el mundo.

El "pico y placa laboral" en realidad es más explotación o esclavitud asalariada en medio de peores condiciones de vida para la mayoría de la población en esta pequeña pero terrorífica y absurda hacienda del capitalismo mundial llamada Ecuador. ¿"Vulneración de derechos laborales", como pretenden impugnar legalmente algunos sindicatos? La dictadura del Capital sobre el proletariado llamada democracia viola a conveniencia las leyes y los derechos que ella misma ha impuesto.

Además, estas medidas que "flexibilizan" o precarizan aún más a la clase trabajadora se traducen en una mayor fragmentación, competencia, desorganización, desmovilización, disciplinamiento; en fin, mayor debilitamiento de la misma. Incapacitándola así para responder o luchar precisamente como clase… contra clase, porque está dedicada a sobrevivir bajo la consigna "sálvese quien pueda" y como pueda. No son sólo medidas económicas, son también medidas políticas. Mientras más brutal y desesperada es la crisis capitalista, más brutales y desesperadas son este tipo de medidas de los explotadores contra los explotados.

En conclusión, lo que está haciendo el gobierno del gran patrón Noboa en materia laboral sin duda son nuevos ataques de la clase capitalista contra la clase trabajadora; pero, en el marco de la crisis de reproducción de la relación de clase. Esto es lo que realmente está en juego, aquí y en todas partes.

Protestas limitadas y trampa electoral… hasta nuevo aviso

Por obvias razones, cualquier protesta que ocurra contra la situación actual en este país es legítima. Pero, ¿cuáles son sus demandas? ¿Protestar contra este "mal gobierno" esperando que lo reemplace un "buen gobierno" en las próximas elecciones (febrero 2025), es decir, seguir atrapados en la enésima trampa electoral de la clase dominante? (Las elecciones son millón veces más desmovilizadoras que el feriado largo por el "día de los muertos".) ¿Protestar "juntos" como "pueblo" o "nación", es decir, sin importar las clases sociales y sus intereses antagónicos?...

¿Y por qué no protestan los trabajadores eléctricos? ¿Sus demandas gremiales son suficientes? ¿O acaso son sus beneficios sindicales? ¿Por qué no se organizan fuera de los sindicatos y toman las centrales y estaciones eléctricas para satisfacer directamente la necesidad de energía eléctrica de la mayoría de la población? ¿Por qué no socializan este conocimiento técnico a los trabajadores no eléctricos, pobladores de barrios, etc.? ¿Por qué el resto de la clase trabajadora —incluidos los informales y los desempleados— no hace lo propio en todos los sectores económicos para reducir al mínimo la jornada de trabajo y apropiarse directamente —sin intermediación del mercado ni del Estado— de todo lo necesario para vivir?...

¿Tener de nuevo luz todo el día para trabajar y consumir más? ¿Seguir trabajando para pagar y seguir pagando para vivir... hasta cuándo? ¿Hasta cuándo seguir reproduciendo la condición de mercancía-fuerza de trabajo, clase trabajadora o esclava asalariada y, por tanto, seguir dándole más riqueza y poder a la clase capitalista para que nos siga destruyendo? ¿Seguir devastando a la naturaleza para generar energía eléctrica ó transformar radicalmente las relaciones de producción, en particular, y las relaciones sociales, en general, de manera que satisfagan las necesidades humanas en equilibrio con la naturaleza?

Sólo el devenir de las luchas actuales y futuras, es decir, la crítica y superación prácticas de sus propios límites de ahora en adelante, podrá dar respuesta o no a tales preguntas decisivas en esta época de catástrofe total donde las medias tintas ya no caben.

Proletarios Hartos de Serlo

Quito, Octubre de 2024