24 de agosto de 2025

Carteles internacionalistas contra la guerra (agosto 2025)

Protestar, Desertar, Sabotear - Panopticon (regi贸n alemana)

 
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"[...] Contrariamente a lo que proclama la izquierda (radical) del capital, son los traidores, los desertores y las acciones contra la guerra a quienes debemos apoyar, por pocos o muchos que sean. Cada individuo, cada grupo que se rebela y lucha contra la dominaci贸n del capital es una expresi贸n de la tendencia a la negaci贸n del capitalismo. Como el absentismo, la ociosidad, el vagabundeo, etc. en el trabajo asalariado. Quienes hacen esto no est谩n necesariamente a favor del comunismo o el anarquismo, pero hacen lo que hay que hacer. Es importante ampliar estas luchas y concienciar sobre esta pr谩ctica. Anarquistas como Malatesta iban a los cuarteles del ej茅rcito para agitar a los soldados, precisamente para plantear estas cuestiones. Por supuesto, Malatesta fue expulsado inmediatamente.
 
Ya sean los habitantes de Gaza que se manifiestan en las calles coreando consignas contra Ham谩s e Israel, o los habitantes de Israel que se manifiestan en las calles coreando consignas contra Israel, los ayatol谩s y Ham谩s, o los habitantes de Ucrania que protestan contra el reclutamiento forzoso en las calles (que en realidad se asemeja a secuestros), o los sabotajes contra los centros de reclutamiento en Rusia, por no hablar de las revueltas y enfrentamientos que se han producido regularmente en Ir谩n durante las 煤ltimas d茅cadas, no debemos olvidar el valor que demuestran todas estas personas; como parias, son m谩s odiados que el enemigo, porque son el verdadero enemigo. Si, como anarquistas, luchamos verdadera y realmente contra todos los Estados-naci贸n, ENTONCES SIEMPRE SOMOS los que cometemos TRAICIONES. Porque luchamos por la vida y no por la muerte, como hacen el capitalismo y el Estado. [...]"
 
Gr谩ficas de Agitaci贸n (regi贸n mexicana) / Grupo Comunista Internacionalista (GCI)

22 de agosto de 2025

De Gaza al conflicto global: guerra capitalista y solidaridad internacionalista

Asamblea Internacionalista Contra la Guerra. Regi贸n griega. Agosto de 2025
Traducido por y tomado de Biblioteca Aut贸noma La铆n D铆ez. Regi贸n chilena
 
[...] 
Contra el “campismo”: una respuesta de clase internacionalista a la guerra capitalista

Si no resistimos ahora por todos los medios posibles a esta escalada b茅lica, pronto nos encontraremos entre la espada y la pared. Desde la perspectiva de los intereses proletarios, no existen guerras “justas” o “defensivas”. Tales distinciones son una mistificaci贸n que oculta el conflicto entre capitales nacionales y bloques imperialistas por el control de los mercados de capitales y materias primas, esferas de influencia y mano de obra barata. Cada parte envuelta en una guerra presenta su propio papel como “defensivo” y “justo”. Una victoria del Estado m谩s d茅bil lo hace m谩s fuerte, reiniciando de nuevo el c铆rculo vicioso, como lo ha demostrado la experiencia hist贸rica. La derrota de un poder estatal m谩s fuerte implica necesariamente el fortalecimiento del Estado-naci贸n oponente y la movilizaci贸n de la poblaci贸n en torno a 茅l. Cualquier resistencia de clase debe ser aplastada para imponer la paz social y la unidad nacional.

En el pasado, el apoyo a los nacionalismos “d茅biles” y a sus respectivos Estados se disimulaba tras el fortalecimiento del llamado campo socialista. Hoy, ausente incluso esta pretensi贸n, se abandona la cr铆tica al capitalismo en favor de las distinciones culturales entre Occidente y Oriente o Norte y Sur, proclamadas por la ideolog铆a “anticolonial” y las pol铆ticas identitarias contempor谩neas. Esta distinci贸n es claramente irracional, m铆tica y reaccionaria, ya que el capitalismo es un sistema universal y global: “[ha] convertido todo el planeta en su campo de operaciones”, aunque la opresi贸n religiosa, 茅tnica y nacional obviamente sigue existiendo y no es “privilegio” de Estados espec铆ficos. La antigua y espectacular pseudo dicotom铆a, capitalismo versus “socialismo”, ha sido reemplazada por una nueva, desprovista de toda pretensi贸n de emancipaci贸n social, como lo ejemplifica el apoyo “antiimperialista” a Ir谩n, Rusia o China, salvo por la invocaci贸n de una hueca “teor铆a de las etapas”.

El apoyo a un campo imperialista, o campismo, es inherente a la ideolog铆a antiimperialista porque proporciona un an谩lisis de arriba hacia abajo enfocado en los conflictos entre Estados, en lugar de una perspectiva proletaria arraigada en el conflicto global entre el capital y el proletariado. El apoyo a las fuerzas del “otro bando” y a los movimientos de liberaci贸n nacional asociados a ellas ni siquiera puede provocar el derrocamiento del imperialismo, que es inherente al capitalismo. Objetivamente, la posici贸n pol铆tica de apoyar a un bando imperialista allana el camino para la militarizaci贸n m谩s amplia de la sociedad y la guerra capitalista. Los antiimperialistas llegan incluso a apoyar los programas nucleares de supuestos “Estados d茅biles”, lo que puede conducir a la culminaci贸n de la guerra capitalista y a la destrucci贸n total.

La 煤nica salida a la espiral b茅lica es la acci贸n proletaria internacionalista con un claro car谩cter anticapitalista. Nos negamos a ser c贸mplices de cualquier ej茅rcito y de cualquier Estado. No apoyaremos a ninguno de los bandos en guerra. La 煤nica soluci贸n frente a la guerra es la organizaci贸n aut贸noma de clase que lucha contra el capital y el Estado en nuestro propio pa铆s y el apoyo pr谩ctico a los que se niegan a hacer el servicio militar. Tambi茅n implica el apoyo a los desertores y objetores de conciencia del “otro bando”, as铆 como la solidaridad pr谩ctica con los colectivos pol铆ticos y sociales que luchan contra la guerra capitalista en Rusia, Ucrania, Israel, Palestina, Ir谩n y en todas partes. En lugar de esta pr谩ctica, que es la condici贸n m铆nima necesaria para no convertirnos en carne de ca帽贸n del capital, presenciamos calumnias inaceptables sobre el “colaboracionismo” y la “traici贸n nacional” contra los camaradas anarquistas y comunistas y, m谩s ampliamente, contra los colectivos de la clase trabajadora (por ejemplo, en Ir谩n).

Precisamente en este contexto, debemos expresar nuestra solidaridad con los —ciertamente escasos— objetores de conciencia en Israel, as铆 como con aquellas fuerzas dentro de Israel que se resisten al genocidio que se est谩 llevando a cabo en Gaza. La identificaci贸n de toda la poblaci贸n con su Estado es falsa, como demuestra el hecho de que 100.000 reservistas no se presentaran a filas tras la ruptura del alto el fuego por parte del Estado israel铆. Hay que confrontar los incidentes de odio nacionalista israel铆 cuando ocurran. La l贸gica de los ataques indiscriminados contra turistas israel铆es es racista, ya que atribuye la responsabilidad colectiva a toda la poblaci贸n, a la vez que debilita la ya d茅bil corriente de oposici贸n a la guerra dentro de Israel.

Estamos en contra de la guerra capitalista y de cualquier implicaci贸n del Estado griego en ella, en contra de la militarizaci贸n de la sociedad y del aumento del gasto militar que se produce a expensas del salario social. Luchamos por la creaci贸n de un movimiento proletario internacionalista que no se someta a los intereses nacionales, al Estado y al capital, expresando solidaridad pr谩ctica con los colectivos proletarios y pol铆ticos —comunistas y anarquistas— que luchan en los pa铆ses devastados por la guerra. Nuestro objetivo es construir lazos y comunicaci贸n con los proletarios internacionalistas. S贸lo a trav茅s de la unidad global del proletariado podremos derrocar esta barbarie impuesta por los Estados y el capital. No debemos dejarnos arrinconar, sino acabar con la guerra capitalista luchando contra quienes la provocan. Nuestra guerra no es nacional ni religiosa. Es una guerra de clases social y antiestatal.

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Relacionados:

Israel/Palestina/Ir谩n y otros lugares: ¡enemigos de la patria! ¡Siempre por traici贸n a la patria! - Panopticon. Regi贸n alemana. Agosto de 2025

De Vinnytsia a Berl铆n. Contra los “anarco”-militaristas y su propaganda b茅lica - Konvulsismo y sus amigos. Regi贸n alemana. Agosto de 2025

7 de agosto de 2025

Contrarrevoluci贸n capitalista, activismo reformista y pr谩ctica te贸rica comunista hoy

Para la revoluci贸n social, lo determinante es el contexto hist贸rico y mundial, mejor dicho, el car谩cter del per铆odo en que se encuentre el antagonismo de clases, no la conciencia, la voluntad ni la actividad de las organizaciones e individualidades izquierdistas de este y de cualquier otro pa铆s. En la historia del antagonismo mundial de clases, s贸lo existen dos tipos de per铆odo: per铆odo contrarrevolucionario y per铆odo revolucionario. El actual es un per铆odo contrarrevolucionario.*

A grosso modo, las caracter铆sticas principales de un per铆odo contrarrevolucionario son 1) que la burgues铆a ejerce su dominaci贸n de clase en todos los aspectos de la sociedad: desde lo econ贸mico hasta lo ideol贸gico, por lo cual se encuentra a la ofensiva o al ataque asimismo en todos los aspectos a fin de mantener tal dominaci贸n; y, 2) que el proletariado s贸lo puede hacer luchas defensivas, reivindicativas o reformistas como clase del trabajo/capital y no como clase revolucionaria. La relaci贸n de fuerzas se inclina, pues, a favor de la primera clase, no de la segunda.

M谩s claro: en un per铆odo contrarrevolucionario, la burgues铆a es fuerte o clase dominante y el proletariado es d茅bil o clase dominada.

Esto no quiere decir que durante un per铆odo contrarrevolucionario no existan revueltas e insurrecciones. De hecho, durante el actual per铆odo contrarrevolucionario, concretamente en todo lo que va del siglo XXI, ha habido revueltas internacionales que incluso han llegado a amenazar con alterar o invertir la relaci贸n de fuerzas entre las clases: en especial, las del 2000, 2008, 2011 y 2019. Pero, todav铆a no lo han logrado. (Las causas hist贸rico-materiales de la derrota de las revueltas y la vigencia de la contrarrevoluci贸n en este siglo son materia para otro art铆culo.)

El sistema de dominaci贸n capitalista, con el Estado a la cabeza, tiene diferentes tent谩culos. De los cuales, la socialdemocracia, el reformismo o la izquierda del Capital es uno de los m谩s importantes y fuertes, porque es la contrarrevoluci贸n capitalista que se disfraza de rojo y hasta de negro en el seno de los explotados y oprimidos para que sus protestas se vayan democr谩ticamente por las ramas ―luchar contra tal o cual ley, contra tal o cual gobierno, por tal o cual derecho, etc.― y no ataquen las ra铆ces del sistema: la dictadura social del valor en proceso o, en palabras m谩s sencillas, tener que trabajar para pagar y pagar para vivir, gracias a lo cual los ricos y poderosos son lo que son a costa de nuestra clase de esclavos asalariados cada vez m谩s precarios y empobrecidos. Mientras esto no deje de ser as铆, nada fundamental habr谩 cambiado.

Por lo tanto, en un per铆odo contrarrevolucionario como el actual, todo activismo de izquierda (marchas, plantones, asambleas, acciones simb贸licas, etc.) es reformista y ni siquiera le hace cosquillas al Capital y al Estado. El “enfrentar la arremetida burguesa e imperialista”, el “no soltar las calles”, el "fortalecer los procesos de unidad de los sectores populares", la “acumulaci贸n de fuerzas”, la “preparaci贸n de la ofensiva popular”, etc., que arguyen los militantes de algunas organizaciones locales de izquierda, son razones convincentes pero falsas para buscar reproducir de otra forma el Capital-Estado o el orden democr谩tico-burgu茅s (la "defensa de lo p煤blico", los "derechos del pueblo", su so帽ado "gobierno popular", la "redistribuci贸n de la riqueza", etc.) y, por tanto, la contrarrevoluci贸n disfrazada de rojo y negro, incluso si tienen buenas intenciones o no est谩n conscientes de ello, e incluso si su discurso y su acci贸n parecen “radicales”. 

Ello es as铆 porque el Capital es una relaci贸n social impersonal y, por ende, inmensamente m谩s poderosa que las personalidades, voluntades, ideolog铆as y actividades pol铆ticas de las organizaciones e individualidades de izquierda. Es m谩s, el Capital subsume o incluye, re-produce y domina en su interior al "pueblo", la clase trabajadora, sus organizaciones de izquierda y sus protestas democr谩ticas. 

En este sentido, el activismo de izquierda tambi茅n es oportunista, porque las organizaciones pol铆ticas que est谩n detr谩s del mismo aprovechan la coyuntura impuesta por la clase dominante como oportunidad para saltar al escenario, propagar su ideolog铆a pol铆tica (el programa socialdem贸crata disfrazado de "marxismo" y hasta de "anarquismo"), reclutar m谩s gente y as铆 tener m谩s poder que otras organizaciones pol铆ticas. Con lo cual, reproducen la l贸gica de las mafias o rackets empresariales que compiten entre s铆 por acumular m谩s capital, poder y territorio, pero “desde abajo y a la izquierda”.

Aunque a veces ya ni siquiera es eso: el activismo de izquierda termina siendo, de manera obsesiva y compulsiva, la acci贸n por la acci贸n para parecer m谩s rebeldes y hasta m谩s “revolucionarios” que otros en redes sociales. Un miserable show de la lucha contra el capitalismo que, ir贸nica y pat茅ticamente, esta misma sociedad del espect谩culo termina convirtiendo en mercanc铆a e imagen. Algo que, por cierto, es muy propio de la peque帽a burgues铆a de izquierda: la apariencia, la pose, el figureteo. De tal forma, el activismo de izquierda reproduce la competencia y el espect谩culo de la sociedad capitalista contra la que dice estar luchando en las calles.

Muy lejos y al contrario de todo eso, lo 煤nico que le golpear铆a real y mortalmente a la burgues铆a ser铆a que el proletariado an贸nimo y autoorganizado expropie y comunice masivamente toda la producci贸n y la distribuci贸n, de manera que se produzca s贸lo para satisfacer directa o gratuitamente las necesidades colectivas. Atacando y destruyendo por la fuerza, al mismo tiempo, el aparato represivo y burocr谩tico del Estado. Todo lo cual, s贸lo puede ser sostenido por un poder revolucionario de car谩cter antiestatal e internacional, porque la revoluci贸n social es aplastada cuando no se impone sobre la contrarrevoluci贸n ni se internacionaliza. En pocas palabras: comunizaci贸n, insurrecci贸n y Comuna mundial.

Si la revuelta mundial del 2019 puso a temblar de miedo a la burgues铆a mundial es porque fue un punto de quiebre que volvi贸 a abrir la posibilidad hist贸rica de la revoluci贸n social. Por eso reaccion贸 con tanta violencia y sagacidad en todas sus formas y niveles hasta la fecha, a saber: la brutal represi贸n estatal para aplastar las revueltas, el uso contrainsurreccional de la pandemia, la guerra imperialista (en Ucrania y Palestina), el narcoterrorismo, el neofascismo, la derecha "alt-right" y la izquierda posmoderna o el activismo “woke” por igual, las elecciones, etc. Con s贸lo recordar el 2019, la burgues铆a mundial vuelve a temblar de miedo. Desde entonces, su estrategia es la contrarrevoluci贸n preventiva, porque procura prevenir a toda costa una nueva revuelta mundial que pueda devenir revoluci贸n mundial. Mientras tanto, bajo el actual per铆odo contrarrevolucionario donde la relaci贸n de fuerzas es desfavorable para el proletariado, todo activismo de izquierda es reformista, oportunista y espectacular.

Por todas estas razones de peso, y no por otra cosa, es que los proletarios revolucionarios o los comunistas hoy nos mantenemos distantes del activismo y, en cambio, nos vemos limitados pero, a la vez, dedicados con seriedad y compromiso a la actividad te贸rica; es decir, a la producci贸n y difusi贸n de teor铆a revolucionaria para la pr谩ctica revolucionaria.

Ahora bien, esta actividad te贸rica que sostenemos los comunistas no es "intelectualismo" ni “purismo”, como nos suelen “criticar” los activistas de izquierda. Es una forma y un momento del antagonismo de clases y, por tanto, de la pr谩ctica revolucionaria. S铆, la teor铆a en realidad es pr谩ctica te贸rica. En la concepci贸n materialista de la historia y de la praxis humana ―en toda la extensi贸n de 茅sta 煤ltima, pr谩ctica te贸rica significa el proceso de producci贸n de nuevos conocimientos que, al calor del desarrollo de las fuerzas productivas y las luchas sociales, busca no s贸lo interpretar sino transformar la realidad social. Por consiguiente, la pr谩ctica te贸rica comunista es la producci贸n de teor铆a cr铆tica y revolucionaria que, estando estrechamente ligada al antagonismo de clases, busca la revoluci贸n comunista.

M谩s precisamente: haciendo uso de las categor铆as fundamentales de la cr铆tica de la econom铆a pol铆tica, la pr谩ctica te贸rica comunista hoy es la producci贸n de an谩lisis concretos de las condiciones capitalistas actuales y, sobre todo, de las luchas proletarias concretas para contribuir a la autoclarificaci贸n y radicalizaci贸n de las mismas o, mejor dicho, para contribuir a producir la ruptura revolucionaria en su seno. A partir de lo cual, se puede elaborar la estrategia y las t谩cticas comunistas para el siglo XXI. He ah铆 su necesidad y su importancia o, si se prefiere, su raz贸n de ser y su sentido, hoy.

En la misma perspectiva, tambi茅n se puede afirmar que producir y difundir teor铆a comunista o mantener y desarrollar las posiciones revolucionarias del proletariado contra el capitalismo, contra la ideolog铆a de la clase dominante y, en especial, contra la socialdemocracia en el seno del propio proletariado, as铆 sea de manera muy minoritaria y a contracorriente, es una pr谩ctica cuyo objetivo es reapropiarse, proteger y afilar «las armas de la cr铆tica» para cuando el propio capitalismo en crisis y el antagonismo de clases abran una 茅poca de revoluci贸n social en la que se produzcan situaciones d贸nde ser谩n masivamente sustituidas por «la cr铆tica de las armas»: la insurrecci贸n proletaria mundial por el comunismo.

Efectivamente, en esas situaciones revolucionarias propias de un per铆odo revolucionario, la teor铆a revolucionaria y la conciencia de clase se convierten en fuerzas materiales o armas pr谩cticas en manos de las masas proletarias hartas de serlo que pasan al ataque contra el Capital, el Estado y la sociedad de clases hasta destruirlos y superarlos. Porque «s贸lo una revoluci贸n comunista en masa puede producir una conciencia comunista en masa» (Marx, La ideolog铆a alemana). La teor铆a comunista prev茅 tal situaci贸n revolucionaria y prepara subjetivamente al proletariado para la misma.

En pocas palabras: durante un per铆odo contrarrevolucionario como el actual, la pr谩ctica te贸rica comunista no s贸lo es resistencia comunista, sino actividad de previsi贸n y preparaci贸n estrat茅gicas de la revoluci贸n comunista.

Obviamente, no ser谩n la teor铆a y la propaganda revolucionarias las que desencadenen la revoluci贸n, sino las condiciones objetivas y subjetivas que el propio capitalismo en crisis y el antagonismo de clases hayan creado para que el proletariado ya no pueda ni quiera vivir como tal y, entonces, sienta la revoluci贸n como necesidad humana inmediata a satisfacer. Asimismo, para abolir y superar el Capital, el Estado y la sociedad de clases son necesarias la autoorganizaci贸n de masas, la solidaridad antagonista y la violencia revolucionaria del proletariado en v铆as de autoabolici贸n como clase.

Pero, la teor铆a y la propaganda revolucionarias tambi茅n son necesarias, incluso imprescindibles en tanto que armas cr铆tico-pr谩cticas de la comunidad de los proletarios revolucionarios, junto con nuestras mejores armas que son la solidaridad y el apoyo mutuo. Porque si algunos proletarios en todo el mundo hoy nos entregamos a la teor铆a y la propaganda comunistas, es porque estamos hartos de la vida que sufrimos bajo el capitalismo y porque nos impulsa la pasi贸n del comunismo. Como escribi贸 Marx, «la cr铆tica no es una pasi贸n de la cabeza, sino la cabeza de la pasi贸n». Por eso afirmamos que la pr谩ctica te贸rica comunista no s贸lo es resistencia comunista, sino previsi贸n y preparaci贸n estrat茅gicas y apasionadas de la revoluci贸n comunista.

Esto no significa que los comunistas debamos "esperar a que se den todas las condiciones para la lucha revolucionaria" y, por ende, que no participemos en las luchas reivindicativas de nuestra clase proletaria durante el per铆odo actual. Lo hemos hecho ―sobre todo, en las revueltas de los 煤ltimos a帽os, combatiendo en las calles, "donde las papas queman"― y lo haremos en la medida de nuestras limitadas posibilidades. Pero, siempre con este criterio y esta perspectiva, la perspectiva comunista; es decir, develando y se帽alando las ra铆ces, los l铆mites y las potencias de las luchas proletarias actuales y, en consecuencia, manteniendo y agitando las posiciones revolucionarias del proletariado, sin transigir ni negociar con el Estado burgu茅s y la socialdemocracia de cualquier color. La perspectiva comunista es una perspectiva antagonista. 

Es m谩s, los comunistas producimos y difundimos teor铆a al calor de las luchas concretas y las acompa帽amos cr铆ticamente de esa forma, buscando contribuir a producir la ruptura revolucionaria en su seno, como unos proletarios en lucha m谩s. Porque la teor铆a comunista no s贸lo es una forma y un momento del antagonismo de clases, sino tambi茅n un producto y un factor del mismo. Porque la ruptura revolucionaria es el n煤cleo de la lucha comunista; su principio organizador y, al mismo tiempo, su m茅todo. Y, fundamentalmente, porque las luchas reivindicativas preparan el terreno para la lucha revolucionaria; pero, no de manera gradual, sino mediante la ruptura y el salto con ellas mismas, con sus propios l铆mites.

El l铆mite principal de las luchas del proletariado en la 茅poca actual es su propia condici贸n de clase del trabajo/capital. Porque bajo la subsunci贸n realdominaci贸n real del capital, trabajo y capital o proletariado y capital son inseparables. Esta relaci贸n de clase hoy est谩 en crisis (altos 铆ndices de desempleo, subempleo, informalidad), pero sigue funcionando y sosteniendo la sociedad capitalista de modo catastr贸fico. Y porque ser proletarios no es un orgullo. Es una condena social e hist贸rica que hay que abolir para ser libres de verdad, mejor dicho, para ser una comunidad real, universal y ricamente diversa de individuos libremente asociados que crean y viven plenamente sus vidas como tales.

Por lo tanto, el n煤cleo de la comunizaci贸n o de la revoluci贸n comunista en la 茅poca actual no es la afirmaci贸n y perpetuaci贸n del proletariado ―ni siquiera como clase dominante―, sino la autoabolici贸n del proletariado en tanto que clase del trabajo/capital. El proletariado es revolucionario o no es nada. Y s贸lo es revolucionario cuando lucha por dejar de serlo. De suyo, la autoabolici贸n del proletariado implica la abolici贸n del trabajo ―entendiendo que el trabajo es la alienaci贸n y explotaci贸n mercantil capitalista de la actividad humana productiva―, del capital y de la burgues铆a. En suma, el n煤cleo de la comunizaci贸n es la abolici贸n de la relaci贸n de clase que fundamenta y atraviesa toda la sociedad capitalista, mediante la producci贸n de relaciones comunistas entre los individuos. 

As铆 tengan que pasar varias generaciones hasta lograrlo, las condiciones materiales producidas por el propio capitalismo durante las 煤ltimas d茅cadas determinan que la revoluci贸n comunista, cuyo coraz贸n es la abolici贸n del trabajo, hoy es m谩s posible que antes en la historia. Por ejemplo, el desarrollo tecnol贸gico actualmente alcanzado, toda vez que haya sido comunizado, permitir铆a reducir el "trabajo" al m铆nimo necesario y disponer de tiempo libre para el desarrollo de todas las potencialidades y relaciones humanas.

Por su parte, la historia de las revoluciones de los dos 煤ltimos siglos demuestra que los proletarios s铆 podemos hacer la revoluci贸n con cabeza y mano propias, sin necesidad de concientizadores ni salvadores como se creen los partidos leninistas. Y viceversa: tambi茅n demuestra que, si no lo hacemos de manera aut贸noma y antiestatal, esos mismos concientizadores y salvadores terminar谩n siendo la nueva clase dominante disfrazada de rojo, degenerando la revoluci贸n proletaria en contrarrevoluci贸n leninista.  

Esto no significa caer en el espontane铆smo, que quede claro. Autoorganiz谩ndonos como comunidad de lucha por la revoluci贸n social ―lo que Marx y otros camaradas hist贸ricos siempre han llamado Partido Hist贸rico―, los proletarios s铆 podemos autoemanciparnos en todos los aspectos y producir el comunismo para destruir y superar el capitalismo.

El comunismo no es una utop铆a, una ideolog铆a ni mucho menos ese capitalismo de Estado mal llamado "comunismo" que fue la URSS y sus pa铆ses sat茅lites. «El comunismo es el movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual» (Marx, La ideolog铆a alemana) y la nueva sociedad sin clases ni Estado, sin mercado ni fronteras nacionales, que resulta de tal movimiento revolucionario.

El comunismo es esa ruptura y salto revolucionarios que se producen en el seno de las propias luchas proletarias, m谩s a煤n en un contexto de crisis de la relaci贸n de clase como el actual. El comunismo es la ruptura de las condiciones capitalistas de existencia mediante la producci贸n de nuevas relaciones sociales entre los individuos. Relaciones no mercantiles ni jer谩rquicas. Relaciones basadas en el apoyo mutuo entre iguales y la libertad real, porque se han liberado del valor, la mercanc铆a, la propiedad, el trabajo, la divisi贸n del trabajo, el capital, el dinero, las clases sociales, el Estado, las nacionalidades, las razas, los g茅neros, la divisi贸n entre ciudad y campo, la separaci贸n entre humanidad, tecnolog铆a y naturaleza, etc.

Por lo tanto, al calor de la profundizaci贸n y extensi贸n del antagonismo de clases, s贸lo la producci贸n inmanente e inmediata del comunismo ―sin "per铆odo de transici贸n"― puede destruir y dejar atr谩s el capitalismo. La revoluci贸n comunista no admite medias tintas. Porque quien hace revoluciones a medias, cava su propia tumba.

El desaf铆o para los comunistas del siglo XXI, entonces, no es "esperar a que se den todas las condiciones para lucha revolucionaria", sino m谩s bien contribuir producir la ruptura revolucionaria en el seno de las actuales luchas reivindicativas, lejos del activismo y siempre en contra tanto del reformismo como del oportunismo. Lejos tambi茅n del espontane铆smo, porque, como dijimos anteriormente, para la autoemancipaci贸n es necesaria la autoorganizaci贸n. De hecho, la autoorganizaci贸n es el primer acto de la revoluci贸n. As铆 pues, el desaf铆o es contribuir a producir la ruptura revolucionaria, de todas las formas posibles, con intransigencia y paciencia al mismo tiempo.

¿C贸mo? ¿Con qu茅 estrategia? No s贸lo produciendo y difundiendo teor铆a comunista al calor de las luchas concretas, sino tambi茅n haciendo que la comunidad de lucha contra el capitalismo que se vaya autoorganizando entre proletarios an贸nimos y hartos de serlo sea la anticipaci贸n de la sociedad comunista del futuro en el seno de la sociedad capitalista del presente. Procurando vivir y expandir el comunismo como un micelio, es decir, como una red de hongos en las grietas de la cat谩strofe capitalista global hasta que sea un nuevo mundo. Produciendo el comunismo al calor de la profundizaci贸n y extensi贸n del antagonismo de clases para abolir la sociedad de clases. As铆 tengan que pasar varias generaciones hasta lograrlo, el desaf铆o para los comunistas del siglo XXI es la comunizaci贸n.

Proletarios Hartos de Serlo
Quito, agosto de 2025

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* En realidad, existen tres tipos de per铆odo hist贸rico-mundial del antagonismo de clases. El tercero es lo que hace unas d茅cadas el Grupo N茅gation denominaba per铆odo de reanudaci贸n revolucionaria o lo que hoy el Grupo Barbaria denomina per铆odo bisagra, cuya caracter铆stica principal es el tr谩nsito epocal de un per铆odo contrarrevolucionario a un per铆odo revolucionario; un verdadero cambio de 茅poca. Seg煤n Barbaria, a ra铆z de la revuelta mundial del 2019, el actual es un per铆odo bisagra o una 茅poca bisagra entre la contrarrevoluci贸n mundial y la revoluci贸n mundial. Sin embargo, en 茅l todav铆a predominan las caracter铆sticas de la contrarrevoluci贸n. Por tal raz贸n, y para efectos del presente art铆culo, nosotros afirmamos que el actual es un per铆odo contrarrevolucionario. Dejamos abierta la discusi贸n compa帽era al respecto; pero, para desarrollarla en otro momento y lugar, es decir, en otro art铆culo.