22 de octubre de 2020

[Ecuador] Movilización Proletaria Vs. Represión Estatal y Paraestatal

Para el día de hoy están convocadas protestas en todo el país por parte de trabajadores, docentes y estudiantes contra las medidas de austeridad del gobierno de Moreno y Romo, principalmente contra la última ola de despidos, el desempleo, la pobreza, el recorte presupuestario a la educación y a la salud. Mas en el fondo, la protesta proletaria siempre es contra la miseria y la violencia capitalistas del día a día.

Frente a lo cual, el gobierno, las cámaras empresariales, la policía, los grupos fascistas y los emergentes grupos paramilitares de ultraderecha (exmilitares, católicos y socialcristianos) están alerta y generando una guerra psicológica y mediática para intimidar y amenazar a los manifestantes, sobre todo a las “organizaciones antagónicas y violentas”, “infiltrados” y hasta “terroristas de izquierda”.

Rechazamos estas hipócritas calumnias y amenazas por parte de los burgueses y sus secuaces. Rechazamos el terrorismo del Estado capitalista y su violenta normalidad o cotidianeidad. Sabemos que hacen esto porque tienen miedo de que acontezca una nueva revuelta proletaria como la que hubo aquí en Octubre de 2019 o como las violentas protestas de los últimos días en Chile por parte de nuestros anónimos hermanos de clase en esa región. Temen que “las hordas comunistas y anarquistas” ataquen su sacrosanta propiedad privada, mercancía, democracia, paz social, ciudadanía, policía, iglesia y nación. 

Rechazamos también el papel de mendigos y bomberos por parte de los sindicatos, ya que éstos siempre le piden migajas al Estado capitalista (“no más despidos”, “no privatización de la seguridad social”, “inconstitucionalidad de tal o cual ley”, “renuncia de tal o cual ministro”, etc.). Cuidando sus intereses particulares y sus puestos vitalicios. Haciendo cálculos electorales y económicos que les beneficien a ellos. Comportándose como buenos ciudadanos que marchan pacíficamente para que los amos, patrones y sus perros guardianes no se molesten. Denunciando también a los “extremistas”, “vándalos” e “infiltrados”. Sindicatos: rancia izquierda del Capital y del Estado. Cómplices de su explotación y dominación sobre el proletariado. Sarta de reformistas, oportunistas y falsos revolucionarios.

Muy por el contrario, como unos proletarios cabreados más les decimos al resto de proletarios y proletarias que no nos dejemos intimidar y que salgamos a las calles a protestar, claro está, cuidándonos y tomando las medidas de seguridad del caso. Que cuanto más masivas y contundentes sean las protestas, tanto mejor. Que hay que dejar de pedirle migajas al Estado y luchar por recuperar todo lo que hemos producido pero que no todos disfrutamos. Que hay que dejar de creer en representantes y líderes, para luchar con autoorganización, solidaridad y antagonismo de clase. Y que hay que desbordar las marchas borreguiles y ciudadanas, con la acción directa cargada de rabia lúcida. Transformar las protestas en revuelta, para empezar a sacudirnos y retomar el control sobre nuestras vidas. Dejando de actuar como víctimas que necesitan defensores y salvadores, para dejar de ser oprimidos y explotados.

También les decimos que esto no es una lucha entre “correístas” y “morenistas” (según el analfabeto imaginario político ecuatoriano), ni tampoco una lucha entre “fascistas” y “antifascistas” (como creen y afirman algunos sectores tanto de derecha como de izquierda). Esta es una lucha de clases o, en palabras más sencillas, una lucha entre ricos y pobres. Y los ricos lo saben, así como también sus sicarios de uniforme y sus medios de desinformación masiva. Por eso hacen lo que hacen y dicen lo que dicen. Entonces veamos qué pasa el día de hoy en las calles, y veamos qué pasa de ahora en adelante. Es posible −tan sólo posible− que se reactive la protesta social hasta convertirse en revuelta, latigueada por la austeridad, la miseria y la represión. La lucha de clases real es la que tiene la última palabra.

Proletarios Cabreados 

Quito, 22 de Octubre de 2020

16 de octubre de 2020

El teletrabajo enajenado

Vamos Hacia La Vida. Santiago de Chile, junio de 2020

«En las últimas décadas, como consecuencia del desarrollo de la automatización y de la microelectrónica, el teletrabajo venía anunciándose cada vez más como la forma de trabajo por excelencia de un futuro que parecía lejano, pero que hoy aparece bajo la forma de un presente cada vez más catastrófico. En efecto, la pandemia mundial de coronavirus –una manifestación particular de la debacle ecológica mundial actualmente en curso- ha puesto a teletrabajar a millones de seres human@s. Este proceso de artificialización sin precedentes en la historia del trabajo alienado, no debe ser tomado como una medida excepcional que prontamente será abandonada una vez que se retorne a la “normalidad”. En primer lugar, porque esa normalidad jamás volverá -ya se perfila en todos los Estados del mundo occidental el neologismo “nueva normalidad” como la referencia por excelencia a la militarización de la sociedad y al trabajo a distancia-, y, en segundo lugar, porque la generalización del teletrabajo era un proceso que venía desarrollándose progresivamente hace al menos una década, y que hoy ha recibido un empujón debido al contexto de crisis mundial. El teletrabajo no tiene nada de anormal, sino que es parte de una tendencia histórica inmanente a la producción capitalista: el reemplazo del trabajo vivo por maquinaria, una tendencia histórica del capital que convierte al trabajo humano en un elemento cada vez menos determinante en la producción material al lado del desarrollo de la ciencia y de la tecnología que domestican las fuerzas naturales.

En el teletrabajo vemos una agudización de todas las características propias de la producción mercantil[1]: 1) la degradación de la totalidad del mundo humano objetivo e histórico a la abstracción, la reducción de todos los productos de la actividad humana, y la actividad humana misma, a valor. 2) Lo físico, lo material y sensible, como envoltorio de lo suprasensible y, por consiguiente, la inversión de lo real: la especie humana esclava de sus propias creaciones. 3) El trabajo privado, desvinculado de la comunidad y realizado, por tanto, sin tener como objetivo la satisfacción de necesidades humanas sino la producción de valor, aparece y se presenta a sí mismo como trabajo directamente social. En resumen: la mercancía como organizador universal de la sociedad bajo la forma consumada del dinero y del capital, es decir, del valor que se valoriza a sí mismo. En nuestra época, se ha realizado empíricamente la comunidad material del capital a escala planetaria, y ya preparándose para traspasar en las próximas décadas la frontera que separa al planeta tierra de los planetas, satélites y asteroides más cercanos. El principio del fetichismo de la mercancía, que convierte a los seres humanos en simples cosas, y que termina por humanizar a las mercancías, encuentra su realización plena en una sociedad en que un número creciente de actividades pueden realizarse “a distancia”. 

[...]

¿Quiénes son l@s capitalistas, sino estas personas que hacen imposible nuestra vida? Millones de personas día a día se levantan de sus camas a freír sus ojos frente a las computadoras, o a arriesgar la salud y la vida en vagones de transporte atochados. No nos conocemos, aún, pero tod@s compartimos el mismo cansancio, la misma ansiedad, la misma desdicha de vivir en un cuerpo y en un mundo que no nos pertenece, pero que creamos cotidianamente sin descanso como una potencia extraña que se vuelve cada vez más amenazante para nuestra supervivencia. En otras palabras, en nuestras casas o en la calle, en el teletrabajo o repartiendo comida en motos, tenemos en común el que nuestra vida se mueve por los hilos invisibles del dinero, el poder inhumano del capital. Y es por ello que l@s capitalistas ven en nosotr@s nada más que números, gráficos, estadísticas impersonales con las cuales se puede hacer lo que se quiere, seres inesenciales a la espera de morir por esta pandemia o la siguiente para descongestionar la asistencia pública y liberar capitales para l@s grandes empresari@s. Ell@s no nos conocen, no saben nuestros nombres, pero administran empresarialmente nuestra vida y, por tanto, son los artífices concretos de nuestra miseria. En este sentido, podemos afirmar que su dominio sobre nuestra existencia siempre ha sido “teletrabajo”, en la medida en que toda la vida cotidiana y nuestros movimientos están condicionados a distancia por la necesidad material de trabajarles para sobrevivir. El trabajo asalariado ha sido siempre, por esencia, no sólo la creación de su riqueza, sino también la creación activa de nuestra propia miseria.

Ahora bien, como puede desprenderse del análisis realizado más arriba, aunque los capitalistas no suelen distinguirse por su amor a la humanidad y al bienestar de la naturaleza, ello se debe no a una “maldad natural” en ell@s, sino a su condición de ser personificaciones de una lógica abstracta que hace aparecer al capitalista como sometido exactamente a la misma servidumbre respecto a la relación del capital, de la lógica de la valorización, aunque de otra manera, que l@s proletari@s. De todas formas, la crítica radical permite entrever que efectivamente los rasgos narcisistas necesarios para triunfar en la competencia mercantil -hoy generalizados a l@s miembr@s de todas las clases-, se acentúan en l@s capitalistas y sus servidor@s armad@s hasta el punto de llegar a lo que la “psicología”[6] actual denomina como psicopatía. No obstante, tal como Marx en su tiempo, debemos evitar el recurso al psicologismo y, por tanto, a la moral, para explicar la realidad social e histórica. El capitalismo no es una conspiración de un grupo de poderosos, sino un sistema social e histórico que aliena el metabolismo social de la especie, y que convierte al valor y su acrecentamiento constante en el principio motor de toda la sociedad, de lo que se derivan las terribles consecuencias que su desarrollo conlleva para la humanidad y la tierra.

No obstante, cada vez que Piñera, Trump, López-Obrador, Sánchez o Bolsonaro transmiten las cifras de l@s muert@s que acumula la gestión capitalista de la crisis, es seguro que en millones de proletari@s corre por las venas una furia vengativa, una rabia sin nombre, especialmente cuando la muerte toca el propio hogar. Sin embargo, una cosa es clara: si bien l@s capitalistas y sus sicari@s merecen estar colgad@s en una plaza pública para ser objetos de escarnio popular, nuestra emancipación no se trata simplemente de exterminar físicamente a nuestr@s enemig@s de clase -la autoemancipación de la especie humana no es una venganza-, sino en emanciparnos de las relaciones sociales que permiten la aparición y el dominio de l@s capitalistas. En otras palabras, abolirnos como proletari@s, abolir la actividad creativa como creadora del capital y de la propiedad privada. Mientras [tele]trabajemos para comprar nuestra vida, mientras que debamos [tele]trabajar para vivir, y vivir para pagar la vida jamás será realmente nuestra vida.

[...]

Todo lo dicho hasta aquí tiene consecuencias prácticas para el movimiento de negación radical dentro de esta sociedad, puesto que nos estamos adentrando en una época de reestructuración capitalista mundial donde la cuarta revolución industrial -cuyos adelantos tecnológicos van a acelerar la expansión del teletrabajo-, la atomización, el aislamiento y la hipervigilancia irán de la mano con la destrucción de proletari@s y máquinas. Desde el 2008, se ha hecho cada vez más difícil para el capital mundial recuperarse de las crisis, y solamente lo ha logrado mediante el recurso al desarrollo del capital ficticio. Dado que es imposible establecer mecanismos de mercado que compensen la producción declinante de valor, la crisis del capitalismo ficticio nos aboca a un período histórico caracterizado por dos grandes posibilidades: el colapso del capitalismo producto de la autoemancipación de la humanidad proletarizada, o el despliegue efectivo de la contrarrevolución y la superación del capital de la “frontera espacial”. Estamos viviendo transformaciones profundas en el metabolismo socialmente alienado de la especie, y en este nuevo escenario histórico la generalización del teletrabajo y la degradación hasta lo aberrante del trabajo asalariado presencial serán una tendencia histórica dentro del contexto de las necesidades actuales del capital, las cuales se realizarán, evidentemente, a costa del sacrificio de millones de personas. Es una tarea necesaria del proletariado dilucidar nítidamente el carácter real de la contrarrevolución de nuestro tiempo, y prever las tendencias del futuro inmediato. El punto de partida de esa crítica radical será el esclarecimiento del momento histórico que actualmente nos contiene -una tarea a la que este escrito pretende contribuir-, y la crítica implacable de las debilidades y límites de la revuelta proletaria comenzada en octubre de 2019 en la región chilena y, por consiguiente, del ciclo de revueltas mundiales en el que se insertó.» 

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7 de octubre de 2020

[Ecuador] Materiales sobre la Revuelta de Octubre de 2019 y Panfletos de este año

Masas proletarias insurrectas yendo a tomar la Asamblea Nacional. Quito, 7 de Octubre de 2019

Introducción

Hace exactamente un año, el 7 de Octubre, las masas insurrectas hacían huir al Presidente Lenin Moreno de la Capital, se tomaban la Asamblea Nacional, la Casa de la Cultura y El Arbolito, e improvisaban centros de acopio, ollas comunitarias, asambleas permanentes, barricadas, movilizaciones y fuertes enfrentamientos con la Policía. Con esas y muchas otras acciones colectivas directas y redes de solidaridad, las Jornadas de Octubre de 2019 o la revuelta en Ecuador atacó y subvirtió parcialmente el orden social capitalista, dejó asustada a la burguesía explotadora y asesina (responsable de 11 muertos, más de 1300 heridos y cerca de 1200 presos en aquellos 11 días), y no fue un hecho aislado sino un eslabón local más de la revuelta proletaria internacional desencadenada durante el año pasado.

 

¿Por qué no venció la revuelta de Octubre en Ecuador? Por sus limitaciones y contradicciones internas no asumidas, criticadas ni superadas: sobre todo, por la falta de preparación, autonomía, radicalidad (en especial, la falta de autonomía y radicalidad), claridad, participación de otros sectores de la clase trabajadora, unidad, ofensiva y continuidad de las masas proletarias; y, por el reformismo pacifista, conciliador y oportunista de la dirigencia indígena de la CONAIE (a ratos desbordada por su bases, hay que decirlo), ya que ésta se sentó a negociar con el gobierno, depuso las medidas de hecho, llamó a hacer “minga ciudadana” al día siguiente de la negociación, y luego se dedicó a construir una plataforma político-electoral hasta el día de hoy.

 

Entonces, a un año de este acontecimiento histórico, y después de la dictadura sanitaria contrainsurreccional impuesta por el Estado capitalista mundial a causa de la pandemia de coronavirus, aquí y ahora compartimos los materiales al respecto de nuestra autoría, así como también de camaradas de otros países, donde se conjugan el pensamiento revolucionario situado (desde «donde las papas queman»), el balance crítico, la memoria viva y el internacionalismo proletario.

 

Compartimos estos materiales sin nostalgia ni romantización, siendo también críticos con nuestras propias ideas y acciones desde la revuelta hasta la presente fecha (balance autocrítico en detalle que está pendiente), pero con la clara y firme perspectiva de aportar a la reflexión para la continuación, la extensión y la radicalización de las luchas de los explotados y oprimidos por su autoemancipación.

 

Un compañero del otro lado del mundo nos preguntaba ¿qué pasó desde Octubre de 2019 hasta la fecha en este país? Pues que el gobierno empresarial y represivo de Moreno ha seguido tomando medidas de austeridad nefastas contra la clase trabajadora cada vez más precarizada y beneficiosas sólo para la burguesía, sus políticos mafiosos y sus sicarios uniformados. Por lo cual, durante los últimos meses ha habido nuevas protestas sociales de distintos sectores (trabajadores despedidos, docentes y médicos impagos, estudiantes de universidades públicas sin presupuesto, repartidores de Apps súperexplotados, etc.), a pesar de la cuarentena y el estado de excepción, y con cierta continuidad.

 

En estas protestas, entre otras cosas, se gritaba y se rayaba en las paredes: «¡Gobierno criminal / Octubre volverá!». Y Octubre volvió, pero la revuelta todavía no. Con todo, la lucha sigue, no sólo por las medidas de austeridad y la represión policial, sino fundamentalmente porque mientras exista clases sociales habrá lucha de clases, «mientras exista miseria habrá rebelión», aquí y en todas partes. Y los burgueses, los gobiernos y los reformistas no podrán evitarla.

 

Sin embargo, que las protestas se transformen en revuelta y que la revuelta se transforme en revolución dependerá más de lo que haga o no el proletariado para subvertir las relaciones sociales capitalistas y su propia condición de clase explotada y oprimida; misma que actualmente le pide más y mejores “derechos” a un Estado, una economía y una sociedad en crisis y reestructuración que ya no se los va a dar, sino todo lo contrario.

 

Proletarios Cabreados

Quito, Octubre 2020

 

*Se agradece su difusión y su discusión* 

 

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Materiales Octubre 2019:

Panfleto de Proletarios Cabreados. Quito, Plaza de San Blás, 1 de Octubre de 2019

Proletarios en Revuelta. Quito, Parque El Arbolito, Octubre 2019

1. Breve análisis del “paquetazo” y las próximas protestas en este país desde la crítica radical: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2019/10/ecuador-breve-analisis-del-paquetazo-y.html  

 

2. Panfleto de un@s proletari@s cabread@s de la región ecuatoriana por la revolución comunista anárquica mundial, desde “donde las papas queman”: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2019/10/ecuador-9-de-octubre-de-2019-7mo-dia-de.html 

 

3. Breve balance y perspectiva de las jornadas de lucha proletaria en octubre del 2019, al calor de los últimos hechos y debates al respecto: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2019/10/ecuador-breve-balance-y-perspectiva-de.html
 

4️. Llamado a la solidaridad activa con las masas proletarias del campo y la ciudad en la región ecuatoriana – Un grupo de Proletari@s Revolucionari@s Internacionalistas de la Región Chilena: https://agitacioninmanente.noblogs.org/post/2019/10/14/llamado-a-la-solidaridad-activa-con-las-masas-proletarias-del-campo-y-la-ciudad-en-la-region-ecuatoriana/

 

5. Revueltas en Ecuador [Folleto] – Biblioteca La Caldera, Buenos Aires: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2019/10/revueltas-en-ecuador-folleto.html

 

6️. Guerra de Clases en Ecuador. Textos radicales surgidos al calor de la Revuelta social de Octubre del 2019 [Folleto] – Materiales X la Emancipación, México D.F.: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2019/10/guerra-de-clases-en-ecuador-+folleto.html +
 

7. Solidaridad con la Lucha en Ecuador. Radio Temperamento N° 38 [Audio] – Biblioteca Alberto Ghiraldo, Rosario: http://blog.temperamento-radio.com/2019/10/16/programa-37-de-temperamento-santiago-presente/

Programa de radio en Solidaridad con la Revuelta en Ecuador. Rosario-Argentina, 15 de Octubre de 2019

8️. Revueltas en Ecuador y Chile. Voces desde la Lucha. Radio Temperamento N° 39 [Audio] – Biblioteca Alberto Ghiraldo, Rosario: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2019/10/revueltas-en-ecuador-y-chile-radio.html

 

9️. En Tiempo de Revueltas: Chile y Ecuador. Boletín La Oveja Negra N° 66 – Biblioteca Alberto Ghiraldo, Rosario: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2019/11/en-tiempo-de-revueltas-chile-y-ecuador_22.html
 

10. Apuntes críticos sobre la coyuntura actual en Ecuador un mes después del Paro Nacional, desde los dos bandos de la lucha de clases: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2019/11/en-tiempo-de-revueltas-chile-y-ecuador_22.html
 

11. Reporte y balance 5 meses después de la revuelta en Ecuador: https://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2020/03/reporte-y-balance-5-meses-despues-de-la.html

 

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Panfletos 2020:

Panfleto de Proletarios Cabreados. Quito, Parque El Ejido, 8 de Junio de 2020

1. Contra el nuevo "paquetazo" de este gobierno explotador y asesino, ¡hagamos una nueva revuelta proletaria! – 25 de Mayo de 2020: https://www.facebook.com/ProletariosCabreados/posts/162147692190127

 

2. ¡Nuestras Vidas antes que Sus Ganancias! ¡Abajo el "paquetazo", el gobierno, el Capital y el Estado! – 8 de Junio de 2020: https://www.facebook.com/ProletariosCabreados/posts/162170792187817

 

3. Si el gobierno nos impone un nuevo paquetazo y represión, ¡impongámosle una nueva revuelta proletaria! – 1 de Octubre de 2020: https://www.facebook.com/ProletariosCabreados/posts/191406952597534


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Extractos:

 

1. «A pesar de las debilidades, contradicciones, lastres ideológicos y errores prácticos que estuvieron presentes en el movimiento social real que protagonizó las recientes Jornadas de Octubre de este año en Ecuador, a saber: falta de radicalidad y autonomía frente al Estado Capitalista, aceptar el diálogo y la negociación con el gobierno, pedir la intermediación de la ONU, división entre algunas dirigencias y algunas bases del movimiento indígena, pacifismo de algunos sectores de este movimiento, deponer las medidas de hecho, pensar en nuevas elecciones de gobierno, ausencia de algunos sectores de trabajadores, presencia de algunos políticos oportunistas que quisieron pescar a río revuelto, discursos y símbolos nacionalistas y populistas, falta de claridad, organización y ofensiva; a pesar de esto, en los hechos lo que ocurrió en Ecuador durante los 11 días de Paro Nacional fue una verdadera revuelta proletaria con tintes insurreccionales que, mediante acciones directas de masas, logró desafiar y hacer retroceder un paso al Estado burgués que controla este territorio. Se hizo lo que se pudo hacer, lo que las fuerzas realmente existentes permitieron hacer, ni más ni menos; concretamente, obligar a derogar parcialmente las últimas medidas de austeridad capitalista o el "paquetazo" impuesto por el gobierno de Moreno (el Decreto Ejecutivo 883), desde las calles ganadas mediante la lucha día tras día y noche tras noche. Pero, como dijo Marx, un paso adelante del movimiento real vale más que una docena de programas.» (Breve balance y perspectiva de las jornadas de lucha proletaria en octubre del 2019, al calor de los últimos hechos y debates al respecto. 17 de Octubre de 2019)

 

2. «A pesar de que la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) se sentó a negociar con el Gobierno después de 11 días de guerra de clases, finalizando de esta manera el Paro de Octubre en Ecuador, éste concluyó con una victoria parcial para lxs explotadxs y oprimidxs que se rebelaron: la derogatoria del “paquetazo” o el Decreto Ejecutivo 883. Decimos victoria parcial y además con sabor a derrota, debido a nuestros muertos y a la permanencia del gobierno asesino de Moreno-Sonnenholzner-Jarrín-Romo y su política económica de “austeridad”. Sin embargo, el Estado burgués se vio obligado a retroceder, y también quedó golpeado y asustado, a causa de todas las acciones directas de masas que tuvieron lugar durante el Paro: se tomaron instituciones gubernamentales, pozos petroleros, carreteras, hicieron marchas y cacerolazos, piquetes y barricadas, saquearon algunos comercios, quemaron regimientos policiales y tanques de guerra, retuvieron a algunos policías y militares y les aplicaron “justicia indígena” y callejera, hicieron huir al presidente a Guayaquil, instauraron “la Comuna de Quito” [en y desde el parque “El Arbolito”] y desconocieron al Gobierno. Es decir, en 11 días las masas proletarias del campo (indígenas) y de la ciudad (mestizas, en especial la juventud proletaria) “despertaron” e hicieron lo que no hicieron en 11 años. 11 días de irrupción abrupta y ruptura limitada pero real de la normalidad capitalista: de la propiedad privada, el trabajo asalariado, la circulación de mercancías y el dinero (por algo fue un paro de actividades económicas), sustituyéndolas por la libre cooperación, la solidaridad y la gratuidad (en los centros de acopio y las ollas comunitarias); a lo cual, le acompañó a toda hora la discusión abierta y la toma colectiva y horizontal de decisiones desde las bases en las asambleas permanentes, y la valiente autodefensa desde las barricadas precarias contra la brutal represión policial. 11 días de revuelta, insurrección y gérmenes de comunismo anárquico espontáneo, caótico, contradictorio y fugaz en “la mitad del mundo” en pleno siglo XXI.» (Reporte y balance 5 meses después de la revuelta en Ecuador. 25 de Marzo de 2020)

 

3. «En caso de acontecer una nueva revuelta en este país, es posible que, así como en la Revuelta de Octubre del año pasado se luchó por la derogatoria del Decreto Ejecutivo 883, esta vez se luche por la derogatoria de los Decretos Ejecutivos 1053 y 1054. Todas las izquierdas de aquí, o la mayoría de ellas, estarán de acuerdo en ello. Sin embargo, esta vez no hay que conformarnos con migajas legales e institucionales, gente. Eso de por sí ya fue y ya sería una derrota, aunque parezca lo contrario. Es decir, no hay que conformarnos con luchar por la “inconstitucionalidad” de tales leyes ni fantasear con elecciones presidenciales y un “gobierno obrero, campesino, indígena y popular”, como lo hacen las organizaciones de la izquierda del Capital. Porque las leyes, las elecciones y las instituciones son armas del Estado de los ricos y poderosos contra nosotros los explotados y oprimidos. No se puede combatir y destruir este sistema en su mismo terreno y con sus propias armas. Eso es “darle más poder al Poder”. Por el contrario, hay que hacer real aquella consigna que se ha escuchado en las últimas protestas: “con la fuerza de los trabajadores, romper las leyes de los explotadores”; y romper todo su poder económico, político, militar, mediático e ideológico.

Las revueltas proletarias deben criticarse a sí mismas, aprender de sus propios errores, tensionar y superar sus propias contradicciones, para no quedar atrapadas en el terreno de la clase explotadora y dominante, sino para romper con el orden establecido y transformarse en la revolución social que hoy en día es más necesaria y urgente que nunca, dada la actual crisis total del sistema capitalista que está destruyendo a la humanidad y la naturaleza. La revolución social, no para poner en el poder a ningún partido político de izquierda, sino para defender y regenerar la Vida misma que hoy está en riesgo.» (Contra el nuevo "paquetazo" de este gobierno explotador y asesino, ¡hagamos una nueva revuelta proletaria! 25 de Mayo del 2020)

 

4️. «Las protestas de los explotados y oprimidos en las calles están más que justificadas. Saludamos además que sean continuas y que se junten poco a poco, con la Revuelta de Octubre de 2019 en la memoria.

Pero también es necesario que las luchas de nuestra clase se autocritiquen para poder avanzar. La lucha proletaria no es una lucha por “derechos democráticos y constitucionales”, porque éstos no son más que migajas de “bienestar” y “libertad” del Estado Capitalista. ¿Que se han “conquistado históricamente” con luchas y muertos? Sí, pero al fin y al cabo son migajas, y nuestras condiciones materiales de existencia han empeorado. La lucha proletaria es la lucha por las necesidades humanas concretas de clase contra las necesidades inhumanas de explotación y acumulación del Capital; y, en última instancia, es la lucha por imponer sin diálogo ni debate con el enemigo de clase nuestras necesidades vitales contra este sistema de muerte. […]

Si el gobierno nos impone un nuevo paquetazo y represión, ¡impongámosle una nueva Revuelta Proletaria!, caracterizada por la autoorganización, la solidaridad, el apoyo y el cuidado mutuos, la unidad, la diversidad, la creatividad y la combatividad de nuestra clase harta de serlo. Una revuelta que se critique a sí misma, se supere y se transforme en Revolución Social, es decir en destrucción y superación del capitalismo que nos destruye a diario, aquí y en todas partes.» (Si el gobierno nos impone un nuevo paquetazo y represión, ¡impongámosle una nueva revuelta proletaria! 1 de Octubre de 2020)