30 de noviembre de 2019

¿Qué es la comunización?

León de Mattis (2011)
SIC-Revue Internationale por la Communisation N° 1 (Noviembre de 2011)
Traducido al español por Federico Corriente


«¿Por qué la crisis y la “reestructuración” del capitalismo (i.e. los cambios que lo han afectado durante estos cuarenta últimos años) imposibilitan todo regreso de las condiciones anteriores de la lucha? ¿ Y qué podemos deducir de eso para la lucha de hoy? [...]

El capitalismo necesitó derribar la mayor parte de lo que había construido en el período anterior, por dos motivos, básicamente idénticos: la baja de la tasa de provecho y el aumento de la protesta social. La crisis y la reestructuración tuvieron este sentido, sobre telón de fondo social y político de una oleada “neoliberal”, conservadora y represiva, representada por personalidades como Reagan o Thatcher. Pero no fue el “neoliberalismo” que provocó esta reestructuración: sino la reestructuración necesaria para el proseguimiento la explotación capitalista que se acompañó de este decoro ideológico. En países como Francia por ejemplo, cuyos gobiernos fueran dirigidos por socialistas, tuvieron que cumplir también con las exigencias del capital. [...]

Pero ¿qué ocurre ahora? El debate entre “reforma” y “revolución” desapareció hace treinta años, porque la base social que le daba sentido desvaneció. La forma que, desde más de siglo y medio, hacía existir subjetivamente el proletariado, el movimiento obrero, se colapsó.. Partidos, sindicatos y asociaciones de izquierdas se mudaron “ciudadanos” y “republicanos”, ideologías vinculadas con la Revolución Francesa, es decir, un período anterior al movimiento obrero. Sin embargo obviamente, ni el proletariado ni el capitalismo, desaparecieron. Pues, ¿de qué se carece? [...]

Una nueva concepción de la revolución y comunismo brota del período actual, procedente de estas corrientes disidentes críticas que existían en el seno del anterior movimiento obrero. La evolución del capitalismo confirmó la validez de dichas concepciones y su adaptación a la lucha proletaria de hoy. Porque la experiencia cotidiana de la pertenencia de clase del proletario tiende a ser vivida como coacción externa, la lucha por defender su condición llega a confundirse en una lucha contra su propia condición. Surgen, siempre más a menudo, en las luchas, prácticas y contenidos que pueden ser analizados de este modo. No se trata de declaraciones necesariamente espectaculares o radicales. Sin embargo, son prácticas de fuga, luchas donde los sindicatos están desacreditados y abucheados, pero donde no se intenta sustituirlos por otra cosa, porque se considera que no hay nada que poner en su lugar, las reivindicaciones salariales llevan a destruir la herramienta de trabajo (como en Argelia, Bangladesh), luchas donde ya ni se pretende mantener los puestos de trabajo, pero se lucha para lograr indemnizaciones (Cellatex y todo lo que sigue), luchas en que no se reivindica nada, sino se rebela contra todo lo que constituye nuestras condiciones de vida (los “disturbios” en los suburbios franceses en 2005), etc. [...]

La superación de las condiciones existentes sólo puede ocurrir mediante una fase de intensa lucha e insurrección en que las formas de lucha y las formas de la vida futura plasmen juntas sincrónicamente, siendo las segundas nada sino el otro primero. Esta fase, y su actividad específica, proponemos llamarla comunización.

La comunización no existe todavía, pero toda la fase actual de la lucha que acabamos de mencionar nos permite hoy hablar de esta. En Argentina, durante la lucha tras los disturbios de 2001, las determinaciones del proletariado como clase de esta sociedad fueron trastornadas: propiedad, comercio, división del trabajo, relaciones hombres/mujeres… La crisis estaba circunscrita a este solo país, esta lucha nunca cruzó las fronteras: sin embargo, la comunización sólo puede existir en una dinámica de ampliación sin fin. Su interrupción significaría su muerte, al menos momentánea. Empero, las perspectivas del capitalismo desde la crisis financiera de 2008 – perspectivas mundialmente oscuras para él – sugieren que la próxima vez el colapso del dinero no se limitará a la Argentina. No por decir que el punto de partida será necesariamente una crisis monetaria, sino más bien que en la situación actual muchos puntos de partida son posibles, y que la grave tormenta monetaria, que en realidad ya está a punto de llegar, formará indudablemente parte de la crisis.

A nuestro modo de ver, la comunización será el momento en que la lucha posibilitará, como un medio para su continuación, la producción inmediata del comunismo. Con el término comunismo, hablamos de una organización colectiva libre de todas las mediaciones que, hasta ahora, la sociedad utiliza para vincular las personas : dinero, estado, valor, clase, etc. Estas mediaciones no tienen otro propósito sino permitir la explotación. Si se imponen a todo el mundo, sin embargo, sólo sirven a unos pocos. El comunismo será el momento en que las personas se relacionen entre sí directamente, sin que sus relaciones interpersonales estén dominadas por categorías a las que todos tengan que someterse.»