¿A qué se deben estas
nuevas luchas callejeras en la ciudad de quito? A que estamos atravesando una
crisis capitalista general mundial, que agrava aún más las miserables
condiciones de vida de lxs proletarixs de todo el mundo (recortes salariales,
despidos, inflación o carestía de la vida, precariedad, represión, etc.); a que
el gobierno de correa no es más que el representante “ciudadano” y
“progresista” del capital y del estado en este país: por eso es que, en los
hechos, aplica medidas neoliberales, autoritarias, antiproletarias,
inflacionarias y represivas; y, principalmente, a que algunos sectores
proletarios (en este caso, “estudiantes” e “indígenas”) sienten en carne propia
estas formas de explotación y opresión capitalistas y por eso han salido a las
calles a protestar y a enfrentarse a pedrada limpia (como debe ser) contra los
malditos perros guardianes de nuestro enemigo mortal de clase (la burguesía y
su estado): contra los policías. ¡Muy bien, hermanxs de clase! ¡Sigan
resistiendo!
Protestar contra el
alza de la leche (y próximamente de sus derivados) es luchar contra una forma
de explotarnos y empobrecernos aún más a lxs proletarixs: la inflación o el alza general de los
precios de los productos de primera necesidad, ya que de esta forma se reduce el "poder de compra" de nuestro salario, lo que nos obliga a consumir menos productos o productos de menor calidad para subsistir. Por su parte, protestar contra
la llamada “ley de aguas” es luchar contra el monopolio capitalista (estatal o
transnacional) de tan vital “recurso natural”, por lo cual ni siquiera debería ser "patrimonio" del estado, sino que debería ser de propiedad y uso comunes. Así pues, estas protestas
callejeras son justas y necesarias, pero no son suficientes, ya que no solo se
trata de luchar contra la inflación y la monopolización, sino contra la
explotación capitalista misma, es decir contra la propiedad privada, el trabajo
asalariado (¡pues si no trabajamos, no comemos!), la mercantilización-dinerización
de lo necesario para vivir y contra el máximo administrador y vigilante de todo
esto: contra el estado. ¿Por qué? Por el simple hecho de que somos lxs
trabajadorxs, lxs proletarixs, quienes lo producimos o creamos todo en esta
sociedad; por lo tanto, todo nos debería pertenecer a nosotrxs o solo nosotrxs
deberíamos ser quienes lo controlemos todo para vivir bien y plenamente sin
explotación ni opresión, mientras que todas esas estructuras o instituciones
burguesas son precisamente las que, en el fondo, nos impiden hacerlo, y por eso
son nuestros enemigos mortales.
Este tipo de lucha
proletaria radical que proponemos a nuestrxs hermanxs proletarixs en actual
lucha callejera, solo puede ser tal cuando es autónoma, antagónica y mediante
la acción directa, lo que quiere decir cuando se la realiza por fuera y en
contra de todos los aparatos del estado burgués y la izquierda del capital
(gobierno, asamblea nacional, partidos, sindicatos, gremios, frentes, universidades,
colegios, etc.); cuando se lucha por nuestros intereses materiales y vitales
exclusivamente proletarios y humanos, sin necesidad de intermediarios,
representantes ni dirigentes, sino mediante nuestros propios núcleos,
asambleas, consejos o/y grupos de agitación y de acción; y cuando luchamos
contra el trabajo asalariado y la mercancía o cuando nos apropiamos
directamente (a mano propia) de los productos o cosas para sobrevivir, así como
cuando se ataca directamente a la propiedad privada y pública, a instituciones empresariales
y del estado y, por supuesto, a la maldita policía.
Por eso, como
proletarixs en lucha, no se trata de exigirle al gobierno de correa (o a la
asamblea nacional) que baje el precio de la leche o que la subsidie, ni tampoco
que derogue la ley de aguas o que la haga una ley más “popular” y
“democrática”, puesto que el gobierno (y la asamblea nacional), en tanto
representante del capital-estado que nos explota y oprime, ¡no lo va a hacer!:
esto sería como pedirle a una araña que no se coma a una mosca atrapada en su
telaraña. Tampoco se trata de luchar solo por un “carné estudiantil” y por un
“estado plurinacional”, ya que esto solo sería maquillar la esclavitud asalariada,
el despotismo estatal y el lavado ideológico de cerebros tanto en instituciones
educativas fiscales como en comunidades indígenas; solo sería luchar por el
“mal menor” y por darle un “rostro más humano” y “diverso” a la explotación y la
dominación capitalistas. Y tampoco se trata solo de luchar contra los policías
oficiales de azul y plomo, sino también de luchar “puertas adentro” contra los
policías “de rojo” y “de poncho”, es decir contra aquellos autoritarios,
burócratas y siempre traidores representantes o dirigentes, mejor dicho,
contra toda forma de organización sindical, partidaria o movimientista de la
izquierda del capital, porque éstos no son más que capataces reformistas y
oportunistas “de izquierda” sobre y contra nosotrxs lxs proletarixs.
Así pues, la única
manera clasista y anticapitalista de radicalizar la lucha actual, y no en
nombre de ninguna ideología o bandera sino por nuestras necesidades humanas
concretas, sería ó sabotear su producción y su comercialización ó apropiarnos
directamente (y violentamente, de ser necesario) de la leche y de los artículos
de primera necesidad en general, así como que también las aguas y las tierras
sean reapropiadas y usadas por lxs proletarixs “indígenas” allí donde las
necesiten. Estas acciones “salvajes” son las que cuestionan de hecho a la
propiedad privada, al estado, a la ley y a la moral burguesas, y tal vez solo
sean pocxs proletarixs quienes lo hagan (a pesar y en contra de “sus”
organizaciones), o talvez ningunx por el momento. Pero ese es el camino a seguir, esa es la
forma de lucha proletaria que realmente pone a temblar a los explotadores y
opresores y que nos permite imponer socialmente, sin “diálogo” alguno con el
enemigo de clase, nuestras necesidades humanas, vitales. Proletarixs: no hay que mendigar lo que por
derecho nos pertenece (o sea todo), ¡hay que arrancarlo!
¡No somos
estudiantes, indígenas, ciudadanos, etc.: somos proletarixs, y el proletariado
no tiene patrias (o nacionalidades) ni representantes ni caudillos! Por eso
debemos aprender y seguir el ejemplo de nuestrxs hermanxs proletarixs de grecia
actualmente en revuelta, ya que en estos momentos en grecia también se está
luchando contra las miserables condiciones de vida que nos impone el capital y
el estado para sortear la presente crisis. En ese país, las luchas son cada vez
más radicales en forma y en contenido: las protestas callejeras terminan en saqueos
o destrozos a supermercados, bancos, municipios, congreso, sedes de la policía,
pero también de algunos partidos y sindicatos (tanto fascistas como estalinistas); y una huelga general bien podría
estar terminando en una huelga salvaje e insurreccional. Asimismo, y para el
efecto, nuestrxs hermanxs de clase han levantado asambleas, redes de
solidaridad y contrainformación, y grupos de agitación y acción permanentes. Así
es como, en la práctica de la guerra de clases real, nuestra clase proletaria resiste
y ataca a su enemigo de clase: el capital, el estado y el reformismo. Puesto
que son las mismas causas, la misma clase y por ende la misma lucha, eso es lo
que hay que hacer en todas partes, ¡eso es lo que hay que hacer aquí y ahora!
Hermanxs Proletarixs:
¡A Radicalizar Las Luchas Callejeras Actuales Con
Autonomía, Antagonismo Y Acción Directa!
¡Solidaricemos
Con Nuestrxs Hermanxs De Clase Que Hoy Están Luchando En Grecia,
"Iluminando La Oscuridad" Del Mundo, Luchando Contra
"Nuestra" "Propia" Burguesía Y "Nuestro"
"Propio" Estado!
¡A Luchar Contra La
Propiedad Privada, El Trabajo Asalariado, La
Mercancía Y El Estado!
¡A Preparar Próximas Huelgas Salvajes Para Atacar Al
Capital, Al Estado Y Al Reformismo!
¡Que La
Crisis Capitalista Actual Reviente
Y A Luchar Por La Revolución
Comunista Mundial!
mayo 2010,
quito-ecuador