REFORMA LABORAL Y
DISTURBIOS EN FRANCIA*
La
crisis capitalista, las medidas de austeridad, la lucha de clases y la
represión estatal son mundiales. A fines de marzo de este año, el gobierno socialista
de Hollande en Francia aprueba una agresiva reforma laboral propia del siglo
XIX: mantener formalmente la jornada de trabajo de ese país, que es de 35 horas
semanales, pero permitir a las empresas -cuando lo consideren oportuno- “flexibilizarla” a más de 45 horas semanales, sin pagar horas extras e incluso rebajar los
salarios; a la par de una mayor “flexibilidad” para despedir a los trabajadores
menores de 26 años de edad (lo cual, por cierto, aumentaría el ya elevado
índice de desempleo juvenil allí existente: 24%) y, para colmo, reducir las
indemnizaciones o liquidaciones por despidos en general. Todo esto, a fin de
evitar que las empresas pierdan “productividad” y “competitividad”… en realidad,
sus ganancias, que es lo único que les interesa a los capitalistas y sus
políticos de cualquier pelaje.
Las protestas y disturbios en contra de este ataque del Capital-Estado francés no se hicieron esperar: desde marchas, tomas de plazas públicas y huelgas hasta enfrentamientos con la policía, barricadas, bloqueos de calles y vías férreas, ocupaciones de instalaciones universitarias, ataques incendiarios a edificios estatales y bancarios, saqueos a grandes tiendas comerciales. Así ha transcurrido ya más de un mes de protestas continuas, primero en París y luego en decenas de ciudades francesas (Nantes, Rennes, Burdeos, Toulouse, Lyon, etc.), con centenares de miles de proletarios –empleados y desempleados, adultos y muchos jóvenes- lanzados a las calles a defender sus necesidades humanas contra las inhumanas necesidades de la economía.
A pesar y en contra de la fuerte presencia de la izquierda del capital (sindical, estudiantil y ciudadana) y de la brutal represión policial, no pocas de esas protestas han sido acciones directas, sin intermediaciones. Y lo más importante: no sólo rechazando esta ley o reforma laboral, sino incluso el trabajo asalariado (“¡ni ley ni trabajo!”, gritaban algunos), al mismo tiempo que practicando la organización, la solidaridad y la violencia de los de abajo contra los de arriba. Es decir, una respuesta como clase cada vez más fuerte por ser cada vez más generalizada, autónoma y radicalizada. La patronal y el gobierno se encuentran asustados y ya han comenzando a retroceder. Sin duda, este es un ejemplo a seguir por los trabajadores-as de todo el mundo en estos duros momentos de crisis y ajustes, porque la lucha proletaria en Francia también es nuestra lucha.
* Este breve artículo forma parte de un material de próxima aparición, junto
con un artículo sobre la reforma laboral en Ecuador, que está en construcción.
***
"Ni ley ni trabajo": bloqueos y enfrentamientos
Levantamientos contra la Ley Trabajo - disturbios, saqueos, bloqueos y sabotajes
"La noche es para follar, no para trabajar"
¿A quién perjudica la reforma laboral en Francia? (prensa burguesa)
Por qué Francia se ha echado a la calle contra Hollande (prensa burguesa)
---
[Video] Burn-out general contra la "ley trabajo" en París (05/04/2016):
Ver más de estos interesantísimos videos aquí